Pues como veréis, esto no se trata de una nueva presentación, si no más bien de una actualización, ya que hace menos de un año que me uní al foro.
Por aquel entonces era un reciente y feliz propietario de una Tracer 700 full power. Con 39 palos, mi primera moto y nula experiencia en lo que a las dos ruedas se refiere, aunque aficionado y con unas ganas enormes de empezar a disfrutar.
La Tracer 700 me enamoro a simple vista y sin haberla probado, busqué la información suficiente para enseguida saber que seria una compra segura y “por años”.
Mi adaptación a ella fue realmente rápida, gracias a las virtudes que posee y que yo tampoco “me consideraba manco”, de esta manera y en muy poco tiempo me encontraba rodando con gente con años de experiencia en este mundo, a lomos de motos de mayor potencia y sabiendo aguantar la pose en diversos momentos a ritmos ligeros.
A partir de ahí empecé a encontrar los puntos débiles que me mostraba la Tracer y decidí desembolsar algo de dinero para mejorarla, dentro de las posibilidades que la economía permitía. Así que llegó el momento de cambiar suspensiones, esto junto a complementos de otra índole (confort, aerodinámica, capacidad de carga, etc), hacían que llegase a ser una moto muy válida en todos los aspectos y suficiente.
Pero este mundo engancha mucho, y tras rodearme en ocasiones de compañeros poseedores de Tracer 900, mi cabeza se iba llenando de inquietudes por saber qué sensaciones nuevas me podría aportar subiéndome a la hermana mayor de las Tracer.
Así que gracias a la amistad que en poco tiempo forjé con nuestro compañero del foro, Ceferalu, pude rodar y experimentar dichas sensaciones. Las cuales fueron un poco variadas, muy satisfactorias en algunos aspectos (su gran motor), y algo raras en otras (anchura del manillar, estrechez de la parte central).
A partir de ese momento, la cabeza se me empezó a llenar la cabeza de “pájaros”, y con más constancia me venían a mi cabeza pensamientos de cambio. Pero la economía manda, y los números no siempre salen como a uno le gustarían, ya no solo por el desembolso de la nueva, sino además por la depreciación de la otra. Si a eso le juntamos que mis aspiraciones eran dar el salto hacia la versión GT, pues la cosa se complica aún más.
Con todo este entramado de pensamientos en mi cabeza, aparece de manera inesperada una oferta de compra por mi moto, y sin pensarlo demasiado acepto dicha propuesta y en una semana me había quedado sin esa bicilindrica que tantas satisfacciones me estaba dando.
Así que aquí me encuentro, escribiendo estas palabras, con el fin de mostraros mi enorme satisfacción por la reciente adquisición de mi nueva Tracer900GT, con la que espero pasar una larga vida, ya que puedo decir libremente “me planto”, no necesito más en ningún aspecto.
Tras hacer el test con la moto de prueba, solo queda esperar a que la entrega no se haga muy tediosa, ya que son malas fechas para gestionar ventas, a parte de mandarle un tirón de orejas a Yamaha por unas malas previsiones en cuanto al stock de las maletas, con una previsión de entrega de cerca de dos meses y otros problemas derivados del baúl de 50L.
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