¡Hola a todos!
Desde hace tres meses soy el feliz propietario de una Yamaha Tracer 900 '18
Es una moto con mucha personalidad y hay que aceptar algunas cosillas. Por ejemplo, no me gusta que sea tres cilindros ¡Que manía con los tricilíndricos!
Tampoco me gusta que lleve los espejos anclados al manillar ¡Menudo coñazo! Con mi anterior Fazer, si tenía que pasar entre coches los plegaba y desplegaba en un santiamen. Con esta, me quedo parado en sitios donde antes habría pasado.
Como tampoco me entusiasma esta moda (no sólo de Yamaha) consistente en reducir la trasera a la mínima expresión para luego poner la matrícula y los intermitentes en una especie de plataforma. Será muy moderno, ayudará al reparto de pesos pero se carga el "maletero". Me cabe un antirrobo de disco, la documentación y poco más...
También he visto y probado (ya lo esperaba) que es un poco "nerviosilla" a partir de cierta velocidad. He bajado el parabrisas al máximo y procuro sentarme lo más delante posible para reducir ese comportamiento. De momento ni me planteo ponerle un amortiguador de dirección pero... ya se verá.
Aparte de eso la tapa del embrague sobresale mucho ¿reducen el número de cilindros y luego los cárteres parecen los de un V8?
Y otra cosa que me sorprende es que, sobretodo en ciudad, se calienta mucho.
La moto, además, es alta de narices. El día que la saqué de la tienda y paré a echar gasolina por primera vez pensaba que me iba al suelo.
Y ahora que la he puesto verde, ¿a qué espero para venderla y comprarme, por ejemplo una BMW?
Pues no todo es malo, por supuesto. De momento esta es mi quinta Yamaha y espero que haya una sexta y una séptima al menos. Me gusta la marca. Están bien construídas, son preciosas, rápidas y muy fiables. Nunca te fallan.
Y sí. Es alta de narices. Y pedí que me pusieran el asiento en la posición más alta. Primero porque yo soy alto y peso bastante. Así que, en realidad, no tener que flexionar las piernas me es extremadamente cómodo. Soy además endurero (en stand-by ultimamente) así que no tengo reparos en subirmos a un moto que tenga el asiento lejos del suelo.
Dije que la moto era nerviosilla a alta velocidad pero, por otro lado, en curva tiene un aplomo y una seguridad increíbles. No soy demasiado amigo de tumbar pero, a poco que me descuide, rozó con la punta de los zapatos en el asfalto. En ese momento digo ¡hasta aquí hemos llegado! Pero el que dice basta soy yo, no ella.
Me sorprende lo que ilumina el faro LED. Parece que no, pero sorprende. Un factor más de seguridad.
La verdad es que de motor, suspensiones y frenos no tengo la menor queja. Uso la moto para desplazarme, no la meteré jamás en un circuito y con ella me siento cómodo y seguro. Aunque vengo de la moto de campo, donde el control de tracción lo haces tú con el embrague y el ABS con el tacto que consigas transmitir a la maneta; las ayudas electrónicas no vienen mal, además de la inyección.
Me lo paso bien jugando con el control del encendido A - STD - B. Le hice todo el rodaje en STD y luego probé el A y el B. En uno, en marchas cortas, casi que tenía que cambiar sin embrague porque al aflojar dos dedos creía que me iba a caer por detrás. En el otro, casi tenía que tirar de embrague al salir de los semáforos porque la moto no andaba ¡Menudo contraste! Pero bien, desde luego. El modo A para pasarlo bien y el modo B por si hay lluvia o similar. Un acierto.
Por lo demás monto por Madrid y hago autopista - carretera - ciudad en 1/3 cada uno más o menos. Como os decía, uso la moto para desplazarme. Pero no como un simple medio de transporte. Para eso me habría comprado un scooter o alguna cosa de esas de tres ruedad. No, no... me gusta la moto y sus sensaciones. Quiero sentirla y montar sobre ella, no dentro de ella.
La moto anda y no publicaré a cuanto la he puesto que todavía la DGT pedirá mi IP para buscarme un lío.
No he hecho aún demasiadas salidas largas aunque ya he pasado una vez (muy a primera hora) por La Cruz Verde. Pero bueno, espero que ella y yo podamos compartir muchos años y muchos kilómetros de gratas experiencias.
Dicho esto, espero compartir también buenos ratos con vosotros, aprender mucho y aportar lo poco que pueda.
Gracias por aceptarme.
