Ayer fue el día. Último viaje con la 700, de apenas 2 kilómetros; no me dio tiempo ni a calentar motor ni ruedas.
El viaje fue mi casa al concesionario donde la entregué. No soy de coger apego a las cosas (porque no podemos olvidar que la moto es solo eso: un objeto), pero he de reconocer que si me dio un poco de pena dejarla allí aparcada.
Ha sido una fiel compañera, que no me ha dado ningún problema, ha sido super divertida de conducir, y me ha resultado ser una vuelta al mundo de la moto de lo más fácil, después de 15 años de parón. Siempre recomendaré esta moto, de una forma completamente objetiva, pues estoy plenamente convencido de que es un gran acierto de Yamaha, tanto por la filosofía modular de la gama MT, como por la ejecución del modelo Tracer 700 en concreto.
Ahora me subo al piso de arriba, pero os estaré vigilando...
Saludos.
Adúltero, que eres un adúltero 
Y, con su prima, ya te vale 