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Pues yo estoy un poco igual. Tengo una Tracer 900 GT desde hace dos semanas y las primeras sensaciones han sido algo raras. Vengo de una FZ1 S con suspensiones durillas y mi mayor problema con la Tracer son las frenadas, que noto que la moto se amorra mucho. Para mi que hay que llegar con los deberes hechos, nada de entrar frenando. Ya llevo mil kilómetros y siento que le voy pillando el truco. El problema es que me temo que el problema con la proximidad de las estriberas traseras tiene peor solución (problema exclusivo de las versiones 2018/2019).
Tocar horquilla para endurecerla mucho creo que va en contra de la filosofía de la moto, y lo que ganaría por un lado lo perdería en comodidad en carreteras en mal estado, así que nada, a frenar como si fuera una trail. Por lo demás contento con la moto, aunque la rueda del menú de la piña derecha la veo bastante a desmano, y eso que mi talla de guantes es XXL.
También creo que cuando termine el rodaje y pueda empezar a conducir normal, sin un ojo en el display para no pasarme de vueltas, mejorará mucho la cosa.
Pruebas a frenar con el de delante y el de atrás a la vez? La frenada combinada ayuda a entrar más plano en curva, así no apoyas tanto delante y evitas sobremanera que se amorre tanto , a mí me gusta más, así tampoco le meto mucha carga a la goma delantera. A parte que frenando así, te permite rectificar incluso en curva si vas un poco pasado (obviamente tiene sus límites)
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