Hola a todos.
El tema ya no tiene novedad pero, por si aún se puede aportar algo, aquí os cuento mi experiencia.
A mi Tracer '18 enseguida se le empezaron a aflojar los retrovisores. A una cierta velocidad ya no es que se descolocaran, sino que literalmente se me venían encima.
Apretándolos a mano podía ganar algunos días pero al final empezaban a plegarse por el aire y cada vez que tenía que mirar por ellos debía alinearlos con la mano lo cual, evidentemente, no es aceptable.
El problema, como también sabréis, es que Yamaha los pensó para que no se pudieran apretar. Para hacerlo, hay que limar (o desgastar) una llave de tubo, afinándola para que entre, porque las normales no caben. Aparte de eso se vuelve a aflojar con el tiempo, más el riesgo de partir el tornillo. Así que, aunque en el concesionario (Moto Look) tuvieron la gentileza de apretármelos, yo ya suponía que aquello no iba a durar mucho como efectivamente fue. Al final, he terminado comprando y montando unos Puig que son infinitamente mejores que los originales.
Pero, lo que no me esperaba y me ha sorprendido gratamente es que
con estos nuevos retrovisores la moto ha ganado muchísimo en estabilidad y se la nota claramente más aplomada.
Puede que sean un poquito más ligeros, un pelín más cortos o que yo los haya ajustado más bajos. O también que la forma de la carcasa del espejo sea más aerodinámica y haga mucho menos de vela, desestabilizando el manillar. Mucho peor si, como me estaba pasando a última hora, ambos espejos no guardaban ninguna asimetría por pura imposibilidad de mantenerlos en una posición fija.
La Tracer sigue sin ser la moto más estable del mercado, pero os aseguro que ha mejorado una barbaridad por un tema aerodinámico que a priori era menor.
A mi me da que eres de la PUIG tu, que cambiando unos retrovisores por otros practicamente de la misma forma, moto gane en estabilidad... Que te piensas que somos tontos o que?